En un tazón grande, mezcla la harina de trigo y la de avena, la canela y la sal con ayuda de
un globo para cocina. Añade la mantequilla fría cortada en cubos y revuelve todo, formando una masa arenosa y con trozos pequeños de mantequilla.

Vierte el agua fría por cucharadas, una a la vez, y con tus manos mezcla hasta obtener una masa uniforme. Forma una bola y envuélvela en plástico para cocina.

Deja enfriar en el refrigerador por lo menos 30 minutos.

Precalienta el horno a 220 °C.

En un tazón pequeño mezcla el azúcar, la canela, el jengibre, el clavo, la sal y, si tienes, la nuez moscada. Reserva.

En la licuadora, añade el queso crema, el yoghurt griego natural sin grasa y la calabaza al horno. Mezcla hasta que quede homogénea.

En un tazón grande bate bien los huevos, añade la mezcla de calabaza con el azúcar preparada e incorpora todo con la ayuda de un globo para cocina. Si ves que el relleno no tiene un color intenso, agrega de 2 a 4 gotas de colorante artificial rojo y amarillo. Reserva el relleno.

Una vez que la masa haya reposado 30 minutos, cubre una superficie con harina. Con la ayuda de un rodillo de madera y con la harina necesaria, extiende la masa y forma un círculo excediendo las medidas de un molde para pay.

Enrolla la masa sobre el rodillo y transfiere al molde. Dobla el excedente de masa y presiona el borde con tus dedos para decorar a tu gusto la orilla. Con un tenedor, haz algunas marcas en el fondo del molde para evitar que la masa se infle.

Vierte el relleno de calabaza sobre la base del pay. Hornea por 15 minutos a 220o C. Luego baja la temperatura a 180o C y continúa horneando por 40 minutos más, hasta que el centro quede cocido.

En total unos 55 minutos.

Saca el pay del horno, deja enfriar al menos durante 2 horas. Corta en 12 rebanadas, ¡disfruta el otoño con Granvita!